La realización de un protocolo que identifique los procedimientos a seguir para que mujeres privadas de libertad puedan acceder al sistema de mediación familiar se acordó concretar en un encuentro al que fueron convocados representantes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, de la Corporación de Asistencia Judicial (CAJ) y de Gendarmería de Chile.

La actividad, de carácter telemático, fue iniciativa del seremi metropolitano de Justicia y Derechos Humanos, Gabriel Cuevas; y en ella participaron María Elena Espina, coordinadora de la Unidad Mediación del Ministerio; María Paz Acevedo, encargada de Género de la CAJ; Ingrid Garrido, abogada de la CAJ San Joaquín y quien entrega asesoría jurídica a las internas del CPF San Joaquín; Felipe Ramirez, de la CAJ Metro; Cristián González, de Mediación; y las profesionales de la Seremi Maricarmen Lira y Paula Isla.

En este primer encuentro, se conoció cómo opera la mediación licitada y se estudiaron alternativas para asegurar la participación de las internas en los procesos de mediación a las cuáles las derivan las profesionales de la CAJ.

Al respecto se acordó trabajar en un Protocolo conjunto que identifique los procedimientos a efectuar tanto para pedir hora a Mediación, como para participar eventualmente en los procesos a través de mediciones remotas mediante videoconferencia, donde se requiere contar con acceso a equipos de conexión y acceso a clave única, por ejemplo, por parte de las internas.

María Elena Espina y la abogada Pamela Donoso, ambas de la Unidad de Mediación, al ser consultadas cómo podrían acceder las internas de un penal a la mediación familiar, explicaron que esta “es una solución alternativa a un conflicto familiar y como tal, al depender de la sola voluntad de los participantes, no resuelve todos los casos que transitan por ella. De ahí que sea importante que, en los casos de las mujeres privadas de libertad, el o la mediador/a a cargo del proceso realice una evaluación “a priori” y a la luz de los principios legales de mediación, establecidos en la ley N°19.968 que Crea los Tribunales de Familia, a fin de evaluar si un caso es mediable o si se debe frustrar, para que sea sometido a la decisión de un juez”.

Mencionaron que, en un proceso de mediación, las internas podrían estar interesadas en materias como Relación Directa y Regular (Visitas), Cuidado Personal (Tuición) o Alimentos (Pensión de Alimentos).

En cuanto a cómo se asegura que exista igualdad de armas para una interna, indicaron que “los procesos de mediación deben realizarse en igualdad y éste es un principio pilar de la institución. El o la mediador/a es quien debe velar en todo momento por el equilibrio de los participantes en el proceso de mediación”.

Acerca de si se presentarían en desventajas las internas en una mediación, respondieron que “en un proceso de mediación siempre hay un parte que tiene más poder que otra, y es el mediador o mediadora quien vela porque se respete el principio de igualdad de los y las participantes”.

Señalaron que para ser parte de un proceso de mediación hay que pedir hora en el Portal Usuario, con su clave única, en la página web https://www.mediacionchile.cl/AML/Account/Login.

Consultadas si hay enfoque de género en la mediación, respondieron afirmativamente y que “es el mediador o mediadora quienes lo incorporan al proceso. Por ejemplo, el mediador o mediadora evitará los estereotipos de género que refuerzan la idea de que el cuidado y crianza sólo está a cargo de la mujer y velará porque ambos padres asuman sus responsabilidades como padres de manera equitativa”.