Esta mañana el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, expuso en el Seminario virtual “Ley de Transparencia y demanda ciudadana: Inicios, Implementación y materias pendientes”, organizado por el Consejo para la Transparencia.

En la ocasión, el secretario de Estado estuvo junto a Jaime Gazmuri, actual miembro del Tribunal Calificador de Elecciones; Adriana Muñoz, presidenta del Senado; Paulina Núñez, diputada y presidenta de la Comisión Bicameral de Transparencia del Congreso Nacional; y Jorge Jaraquemada, presidente del Consejo para la Transparencia.

En su ponencia, el Ministro Hernán Larraín —quien fue promotor de la actual Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, junto al entonces senador Gazmuri—, señaló que esta legislación, aprobada en 2008, “ha generado un antes y un después en nuestro país. Lo que previamente era una meta, hoy es una realidad: existe un compromiso ciudadano con la transparencia y el acceso a la información se entiende como un derecho fundamental. Ésta ha sido la mayor modernización que ha tenido lugar en el Estado en los últimos 20 años y está recién empezando a dar sus frutos. Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y aún hay un largo camino por recorrer.”

En ese sentido, la autoridad ministerial mostró su preocupación por la actual desconfianza ciudadana en las autoridades, e instó a “ir más allá”.

“Toda persona que ejerza una función pública debe hacerlo en forma abierta, con participación ciudadana y control social, porque se trata de una nueva forma de ejercer la autoridad”, sentenció.

Asimismo, el titular de Justicia y Derechos Humanos, planteó que “el manejo de los fondos públicos también debe entrar en otra fase de publicidad. Han existido pasos en esa dirección que han sido dados durante la actual Administración. Pero falta mucho. La ciudadanía no tiene claro en qué y cómo se gastan sus recursos, que son la fuente del ingreso fiscal”.

Además, el Ministro dijo que “este cambio cultural también se debe dar en las empresas públicas y en las organizaciones, entidades, sociedades, empresas, con o sin fines de lucro, que intervengan en el ámbito de lo público, sea por sus objetivos, fuentes de financiamiento o por la investidura de las personas que conducen sus destinos”.

Finalmente, el Ministro Larraín indicó que “es necesario advertir que este proceso se debe desarrollar en forma simultánea con una nueva etapa en la instalación de la cultura de transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas para el control social”, y agregando que “es importante recordar que siempre se debe predicar con el ejemplo. La situación que ha afectado al propio Consejo Para la Transparencia en estos días, órgano que ha sido clave en esta transformación, y que habla de hechos irregulares no se condice con su responsabilidad institucional. Estos hechos debilitan su credibilidad y le restan autoridad para seguir ejerciendo el rol catalizador de un proceso que está llamado a liderar. Es tiempo de cambios también para este Consejo, tanto de estructuras como de prácticas, para preservar así la legitimidad de su liderazgo”.