A poco más de un año de ser enviado al Congreso para su discusión legislativa, el proyecto de ley que declara imprescriptibles los delitos sexuales cometidos contra niños, niñas y adolescentes, ya es una realidad tras ser promulgada en una ceremonia encabezada por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, entre otras autoridades.

Entre los asistentes se encontraban los senadores Ximena Rincón, Jaime Quintana, Carolina Goic, Víctor Pérez y el ex parlamentario Patricio Walker. También el presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito; los ministros de la Secretaría General de la Presidencia, Gonzalo Blumel; y de Desarrollo Social y Familia, Sebastián Sichelç;la subsecretaria de Derechos Humanos, Lorena Recabarren; el diputado Matías Walker, y representantes de víctimas de abusos tales como Vinka Jackson y James Hamilton.

“El sentido profundo de esta ley es muy simple: si las huellas, las cicatrices y el dolor de los delitos cometidos contra niños abusados sexualmente no prescriben, no se borran, tampoco se debe borrar ni mucho menos prescribir la responsabilidad penal de los abusadores”, señaló el Mandatario.

Por su parte, el titular de Justicia y Derechos Humanos, Hernán Larraín, relevó lo trabajo en este tiempo a la vez que agradeció el aporte transversal de los congresistas quienes participaron de la iniciativa. “Hay una alegría muy profunda porque hoy día hemos dado un paso histórico. En un año hemos sacado una ley que quizás nadie soñó con que esto iba a ser real, 9 o 10 años de proyectos dando vueltas y nadie se había hecho cargo de esta realidad pero el compromiso del gobierno, del Presidente con la niñez nos llevó a darle a esta iniciativa toda la prioridad, ponerle urgencia y trabajar con aquellos que han sido víctimas de los abusos sexuales cuando eran niños, con los parlamentarios que han estado trabajando de antes esta idea y que todavía no habían logrado ponerla realmente sobre la mesa”, añadió.

La nueva norma brinda la posibilidad de que las víctimas acudan a la justicia sin la presión del tiempo y posibilita interponer acciones reparatorias contra quienes resulten responsables, incluyendo a terceros que no hayan impedido el delito. Las víctimas tendrán ahora un derecho permanente a perseguir responsabilidades cuando se sientan preparadas, sin la presión del vencimiento de periodos preestablecidos.

El anterior estatuto de prescripción resultaba insuficiente para garantizar el acceso a la justicia a las víctimas, dado que la ley establecía que la prescripción se aplicaba en un plazo de cinco a 10 años después de que la víctima cumplía la mayoría de edad.

La ley permite perseguir por siempre penalmente a los responsables, interponer acciones reparatorias contra ellos y contra terceros civilmente responsables. Esto incluye a aquellos que no impidieron el delito, ya sean personas o instituciones, lo que implica un cambio con respecto a la legislación anterior.