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9 de julio de 2018

[ARAUCANÍA] Seremi de Justicia y DDHH apuesta por el Centro de Estudio y Trabajo de Vilcún como un potencial de reinserción para la Araucanía

A casi 40 kilómetros de la ciudad de Temuco y tras un largo y poco transitado camino se llega hasta el Centro de Estudio y Trabajo de Vilcún, 1.027 hectáreas administradas por Gendarmería de Chile que desde 1974 alberga a los “Colonos”, personas que cumplen ciertos requisitos, que gozan de beneficios y que en su mayoría están finalizando sus condenas en este centro abierto, cuyo sistema se basa en la confianza.

Lejos del ruido y la contaminación de los centros urbanos, grandes extensiones de bosque nativo, adornado por diversas plantas medicinales, vertientes naturales y por la  fauna característica de la pre cordillera de la Araucanía, éste CET se transforma en el entorno ideal para que sus 44 internos cumplan su reclusión de manera distinta a la de un penal tradicional, desarrollando y aprendiendo nuevos oficios en áreas como la producción lechera, crianza ovina y bobina, producción de lana, miel orgánica, desarrollo forestal, cultivos y otras especialidades que se potencian en este recinto resguardado por personal de Gendarmería.

Con una mirada de subsistencia, el CET debe autoabastecerse en un 100 por ciento gracias al trabajo de estos colonos, quienes son constantemente capacitados por organizaciones como SENCE y Kolping Chile, cuyo objetivo es el desarrollo de la reinserción social, un aspecto que promueve el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera.

El Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Ignacio Malig Meza destacó la labor que Gendarmería realiza en este centro, señalando la importancia de fomentar el trabajo durante el periodo de reclusión, “generando y fomentando la capacitación de quienes cumplen condenas en distintos oficios para favorecer una futura empleabilidad e integración en la sociedad”.

Según explica la mayor Jessica Rivas Hernández, jefa del CET Vilcún, “este es un centro silvoagropecuario, nos dedicamos al área forestal, agraria y ganadera, bajo esa mirada estamos diversificados con 9 unidades de negocio, dentro de ella la lechería, invernaderos, el ganado en engorda, la sección apícola, carbón y la producción de lana de ovino”.

De esta manera, por años la actividad productiva les ha permitido mantenerse, sin embargo y pese a toda la materia prima que se posee, no ha logrado generar un plan de trabajo a través del tiempo, que le permita obtener excedentes y un crecimiento económico favorable.

Es por ello que el Seremi de Justicia y Derechos Humanos, Ignacio Malig Meza; como representante del ministerio y del propio gobierno, ha puesto su interés y fijado nuevos objetivos para este centro, siempre con una mirada hacia la reinserción, desarrollo económico y sustentabilidad.

“He invitado a una serie de expertos de diferentes áreas como la Seremi de Medio Ambiente, Andrea Flies; el Presidente de Aproleche Araucanía, Rodrigo Francois; el Vicepresidente de Corma, Patricio Toledo y el Gerente de Innovación de Incubatec UFRO, Gerardo Lagos, entre otros; con el fin de realizar un análisis desde el punto de vista de su experiencia, para luego comenzar a trabajar con su aporte en una estrategia que permita generar un valor que perdure a través del tiempo en las diferentes actividades económicas que se realizan en este Centro de Educación y Trabajo”, señaló Ignacio Malig.

Para Andrea Flies, Seremi de Medioambiente de la Araucanía, “es muy interesante que además de un centro productivo y de reinserción se pueda agregar la visión de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente, creo que es un plus incorporar estos aspectos a un centro donde trabajan personas privadas de libertad con una gran voluntad de integrarse a la sociedad y ser un aporte. Para ello debemos entregarles las herramientas”, afirmó.

Para Patricio Toledo, Vicepresidente de CORMA, “en la discusión nacional está el tema de no sólo tener una población que cumpla sus penas, sino que también la podamos reinsertar. Si a esto agregamos  las brechas productivas que tiene la región; siendo pragmáticos,  podemos hacer mucho a través de pequeñas cosas para generar valor y capacidades en una población que está cumpliendo penas de privación de libertad”.